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Unterstammheim, Zürich, Switzerland
Ich heisse Curri Frei Guille und bin mit Daniel Frei verheiratet. Wir haben eine Tochter, Danielle, und wohnen in Unterstammheim. Ich komme aus Málaga und lebe seit 2005 in der Schweiz. In Málaga besuchte ich während 5 Jahren die Kunstschule San Telmo und absolvierte so meine Ausbildung als Zeichnerin. Später gründete ich mein eigens Graphik Studio für Infografien (dreidimensionale Darstellungen von Gebäuden im Computer) und Multimedia design. Seitdem ich in der Schweiz wohnhaft bin, habe ich mich der Malerei, insbesondere der Aquarellmalerei, gewidmet. Zum Anfang besuchte ich diverse Kurse bei Maja Druey in Andelfingen. Aktuell bilde ich mich im Kurs von Heinz Hildebrand in Stein am Rhein weiter.

sábado, 1 de agosto de 2009

Cumpleaños de Suiza. (Click ver fotos)

En este país con más de setecientos años de antigüedad, al día de la patria le llaman “El cumpleaños de Suiza” y lo celebran como lo que realmente es, lo mas grande.

Lo que yo he conocido por el día de la patria dista mucho de lo que hacen aquí. Allí de donde vengo todo se centra en la política, supongo que por todo lo que hubo en su momento cuando se constituyo como tal, el día de la constitución.

Aquí no hay discursos políticos ni balances sobre si el país va bien o mal, aquí en cualquier caso lo que hay, podíamos decir que es una especie de pregonero, elegido a dedo por unos cuantos ciudadanos y que nos deleitará con un discurso de su propia cosecha, sin estar respaldado por ningún partido político. Un ciudadano de a pie que se limitará a decir lo que piensa en voz alta y para quien quiera escucharle, que por supuesto serán con el mayor de los respetos, todos los que acudan a la fiesta organizada para la ocasión.

Para este día y desde varias semanas antes, ya todo el mundo se prepara para tan significativo evento. En el supermercado preparan un stand donde puedes encontrar de todo para la ocasión, todo con la bandera, camisetas, gorras, lámparas de papel, velas, banderas, banderines, banderitas con palillos para adornar platos, vasos y platos de carton rojos con la cruz y sobre todo fuegos artificiales y petardos de todas clases. En las neveras puedes encontrar por poner un ejemplo, queso Mozzarella ya en pequeñas porciones, en forma de cruz, para ponerla sobre el tomate y así formar la bandera en tu ensalada “caprezze”. En la panadería, como no podía ser menos, hacen el pan para el desayuno de tan festivo día, solo que en esta ocasión, en vez de ser el tradicional “zopf” (trenza), es un pan hecho con la misma masa pero redondo y con la cruz dibujada encima. Todos los comercios, las calles las plazas, las casas, todo está adornado con banderas o motivos de la misma.

Recuerdo que la primera vez que pude presenciar tan festivo acontecimiento fue en Berna, la capital de este país. Aquel día igual que suele hacerse en España, las puertas del parlamento están abiertas para todo el que lo quiera visitar, en la Bunderplatz inauguraron una fuente que ocupaba toda la plaza y fue uno de “los siete” el que dio el discurso. Por las calles colindantes habían puesto un mercadillo y por la tarde dieron un concierto de música rock allí mismo.

Aquí en mi pueblo no montan tanta parafernalia pero lo celebran con el mismo entusiasmo. Normalmente, en el enplazamiento elegido para la ocasión, ponen mesas largas con bancos para que la gente se pueda sentar, eso lo hacen siempre igual en todas las fiestas o eventos que se presenten. Eso y un puesto de comida y bebida para comprar, que siempre es la misma.

Las bebidas suelen ser los refrescos que acostumbran a tomar por aquí, Rivella, zumo de manzana con gas, coca-cola y agua mineral con gas, cerveza, sidra y vino, tinto y blanco. Para comer tampoco se complican mucho, encienden el grill y tienes para elegir entre Bratwurts (salchicha blanca), Servela (salchicha ahumada) y filete de cerdo marinado y como acompañamiento una rodaja de pan o patatas fritas que son siempre de las congeladas. También puedes tomar si quieres solo patatas con kétchup o mayonesa. En ocasiones ponen también alguna ensalada. Eso si, el postre no lo perdonan, aquí casi todo el mundo toma café, más o menos una hora después de comer y casi siempre acompañado de un trozo de bizcocho o del postre que haya. Normalmente en estas ocasiones suelen poner distintas clases de bizcochos y tartas.
Para distraer a los asistentes suelen poner un grupo de músicos, que nos deleita la velada tocando música folclórica del país.

En esta ocasión en la que estamos, aquí en Stammheim además un grupo de gimnastas del equipo de gimnasia local, nos muestran sus habilidades con una tabla de gimnasia entorno a la bandera. Esto lo llevan haciendo desde tiempo inmemorial, en su día Dani fue uno de los integrantes del grupo de gimnasia al igual que lo fueron sus hermanos, su padre y su abuelo y que probablemente será Danielle. Normalmente la tabla de gimnasia suele ser después del discurso que el ciudadano elegido ha preparado y de cantar, todos juntos de pié, mano en pecho de el Himno Nacional.

Esta mañana Dani fue a la panadería de Basadingen, que suele abrir los días de fiesta por la mañana y compró, algunos de esos panes especiales para “el cumpleaños”, mientras yo preparada nuestro fabuloso “Morgenessen” dominguero que viene a ser, lo que para los ingleses es el Brunch y luego nos fuimos al campo, allí estuve terminando de limpiar de mala hierba lo que me quedó del otro día y que no pude terminar por la lluvia de estos días. Recogí cerca de 5 Kg de judías de los cuales al menos 2 regalé a mi vecina. También me traje los ajos, que ya estaban secos y 2 Kg de cebollas. Ya en casa me acerque al huerto para traerme 5 pepinos que, estaban ya demasiado grandes 3 pimientos, un calabacín, el segundo que da la planta y algunas zanahorias.
A eso de las tres volvimos a casa y Dani se puso conmigo a pelar las judías para congelarlas y me dijo que la fiesta del pueblo había sido ya. Al parecer este año, para salirse de la rutina, han decidido hacer un Brunch. En parte me alegré porque yo este año también quería variar un poquito y conocer otra fiesta en otro pueblo. Así que nos fuimos a Rudolfingen.

Nuestros amigos Susanne y Hanspetter estaban precisamente trabajando en la fiesta, de camareros, a ellos les encanta participar activamente en todos los eventos que tienen en su pequeño pueblo. Están muy integrados. Pero eso no fue ningún impedimento para que uno u otro estuviesen sentados a nuestra mesa durante toda la velada.

Llegamos justo en el momento del discurso, Susanne estaba en su turno de trabajo, pero al poco rato Hanspetter llegó con su hija Nelle y se sentó con nosotros.
Cuando el orador termino, se hizo una pequeña pausa donde pudimos pedir “nuestra cena” Un filete marinado con patatas y para beber sidra. Mientras los camareros iban repartiendo por las mesas, octavillas con la letra del Himno Nacional que íbamos a cantar en los próximos minutos. Al terminar ya Susanne acabó su turno y se sentó junto a nosotros. Con ella nos tomamos el postre, un trozo de tarta de Quark con frutas del bosque.

Se puso a montar mientras hablábamos, unos farolillos con velas, que llevarían los niños al caer la noche, para alumbrar el camino que nos llevó al lugar elegido para tirar los cohetes. Cada uno llevaba los suyos, la pena fue que Dani, que había comprado días antes un “arsenal” como suele hacer cada año para la ocasión, los había olvidado en la casa.

Sobre las 11 ya Danielle y Nelle estaban demasiado cansadas y nos vinimos a la casa.
Me ha encantado la Fiesta de Rudolfinguen, Ha sido muy familiar, allí todo el mundo se conocía y a los que veníamos de fuera, enseguida nos invitaban a participar y a integrarnos. La gente de Rodolfingen es tan encantadora como nuestros amigos de allí Susanne y Hanspetter, debe ser que lo da la tierra.