Ayer fui a coger algunos tomates sherry de la planta y cuál fue la desagradable sorpresa que me llevé, cuando vi que algunos tenían hongos. Ya llevamos dos años con el mismo problema. Cuando las plantas están cargadas de tomates y parece que la cosechita va a ser espectacular, de pronto se llenan de manchas, se pudren verdes y se pierden la mayoría. Es desesperante porque ya no sabemos qué hacer. De momento le he quitado todas las hojas secas, manchadas y amarillentas y los tomates afectados. En realidad son muy pocos pero espero que no vaya a mas. Dani les ha puesto insecticida esta tarde, la pena es que no podre ofrecer a mis invitados para que los prueben porque deben pasar dos semanas antes que poder cogerlos. Salen unos tomates realmente exquisitos.
Esta tarde he estado en casa de Susanne, el sábado cuando estuvo en casa, me prometió algunas calabazas para adornar mi puerta este otoño. Al llegar a la cocina me enseño las verduras que estaba secando, ayer me llamó para preguntarme como las había hecho yo, que le había parecido una gran idea y que quería probar ella también. Mientras merendábamos con las niñas, me enseño un boceto para unas tarjetas de visita que quiere que yo le haga. Estas deberán tener también una doble función, las de servir como etiquetas para sus tarros de conservas. En la tienda me dejó coger todas las que quise e incluso fuimos al campo donde las tenían sembradas para coger las que yo quisiera más grandes. Además me regalo un adorno, que hizo ella misma allí sobre la marcha, para mi cuarto de invitados.
