Andy ha venido hoy a ayudar a Dani con la habitación de invitados. Hace año y medio que empezaron a transformar la mitad del desván, en una habitación para invitados. Aun le queda bastante hasta que esté terminada pero está quedando muy bien. Como siempre han estado todo el día trabajando arriba y han parado solo para comer.
Esta tarde, a eso de las 8 hemos ido con Danielle, a una fiesta Country que hacen cada año en Unterschlatt. Es realmente divertida y peculiar.
Organizada por el Country club de Paradise, congregan a los asistentes en un granero muy grande que hay cerca del pueblo. Las pautas son siempre las mismas que en casi todas las fiestas que conozco de por aquí. Largas mesas con bancos para sentarse, un puesto de ensaladas, otro para la carne y por supuesto el de las tartas, atendido por dos amables señoras y con la variedad de bizcochos y tartas que he podido ver nunca por aquí. Todas con una pinta estupenda.
Nos sentamos casualmente en el mismo sitio del año pasado, en una mesa estratégicamente colocada cerca del escenario, donde tocarían los músicos y delante de la pista de baile, para que Danielle pudiese salir a bailar cuanto quisiera, cosa que le encanta.
Además de la gran variedad de tartas que ya he mencionado en esta fiesta tenían también, un mostrador con por lo menos quince tipos de ensaladas diferentes que, por el mismo precio podías comer de todas. Eso fue precisamente lo que hice, en esta ocasión prescindí de la carne, que era la misma que ponen en todas las fiestas y comí un plato con un poquito de cada ensalada de las que había.
Poco después de empezar a comer, los músicos ocuparon sus puestos en el escenario y empezaron a tocar. En ese instante un grupo de “espontáneos bailones” se colocaron, en dos filas delante del escenario y empezaron a bailar eso, country. Al más puro estilo del baile de Coyote Dax, tal como lo hemos bailado en cualquier boda que se precie, pero sin ninguna gracia. Parecían muñecos de cuerda, todos muy serios mirando al infinito para no perder el compás. Había una señora que parecía ser la que sabía todos los pasos, ella decía como había que bailar que canción y hasta que ella no empezaba, no bailaba nadie, solo los que bailaban en parejas, que iban por libre.
La fiesta estaba de lo más entretenida la verdad, entre la gran variedad de comida, el peculiar grupo de baile y el atuendo de muchos de los asistentes, al más puro estilo de Texas, tenias para estar distraído toda la noche. A ratos parecía que me había colado en algún capítulo de la serie Dallas. Danielle este año, no sé por qué no quiso salir a bailar, el año pasado se lanzó y se pasó toda la velada intentando aprenderse los pasos. Bailó a ratos conmigo y a ratos con Dani, con el que también baile yo, descubriendo sorprendida que además del Rocanrol, el Country se le da estupendamente.
A eso de las 10.30 de la noche ya tuvimos que volvernos a la casa, Danielle estaba ya cansada pero, yo me hubiera quedado hasta el final.
Realizado por
- Curri Guille
- Unterstammheim, Zürich, Switzerland
- Ich heisse Curri Frei Guille und bin mit Daniel Frei verheiratet. Wir haben eine Tochter, Danielle, und wohnen in Unterstammheim. Ich komme aus Málaga und lebe seit 2005 in der Schweiz. In Málaga besuchte ich während 5 Jahren die Kunstschule San Telmo und absolvierte so meine Ausbildung als Zeichnerin. Später gründete ich mein eigens Graphik Studio für Infografien (dreidimensionale Darstellungen von Gebäuden im Computer) und Multimedia design. Seitdem ich in der Schweiz wohnhaft bin, habe ich mich der Malerei, insbesondere der Aquarellmalerei, gewidmet. Zum Anfang besuchte ich diverse Kurse bei Maja Druey in Andelfingen. Aktuell bilde ich mich im Kurs von Heinz Hildebrand in Stein am Rhein weiter.