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Unterstammheim, Zürich, Switzerland
Ich heisse Curri Frei Guille und bin mit Daniel Frei verheiratet. Wir haben eine Tochter, Danielle, und wohnen in Unterstammheim. Ich komme aus Málaga und lebe seit 2005 in der Schweiz. In Málaga besuchte ich während 5 Jahren die Kunstschule San Telmo und absolvierte so meine Ausbildung als Zeichnerin. Später gründete ich mein eigens Graphik Studio für Infografien (dreidimensionale Darstellungen von Gebäuden im Computer) und Multimedia design. Seitdem ich in der Schweiz wohnhaft bin, habe ich mich der Malerei, insbesondere der Aquarellmalerei, gewidmet. Zum Anfang besuchte ich diverse Kurse bei Maja Druey in Andelfingen. Aktuell bilde ich mich im Kurs von Heinz Hildebrand in Stein am Rhein weiter.

jueves, 6 de agosto de 2009

Las primeras ciruelas.

Cuando vine por aquí la primera vez, una tarde en un restaurante, Dani me estuvo hablando de los arboles de fruta que tenía en el campo y en la casa. Intentaba explicarme que tenia 3 árboles de una fruta, cuyo nombre en español no sabia y me decía “-Si, esa fruta que es azul.-“ Pero yo no atinaba a saber que era “-¿Azul? No conozco ninguna fruta azul.-” Le decía. Finalmente llamó al dueño del restaurante, que pasaba junto a nuestra mesa en ese momento y le preguntó si tenía y si por favor podía traer una para enseñármela. Cuando la trajo ya súper de que se trataba “-Esto es una ciruela, pero no es azul, en mi tierra son negras-” El insistía en que era azul y realmente era así, claro que yo siempre las había visto negras, porque era así como llegaban a los puestos del mercado, después de que en la recolectora, las hubieran lavado y rociado con una especie de aceite para que se vieran negras, brillantes y lustrosas. Pero realmente en el árbol son azules.


Hoy ya tenemos 4 árboles de ciruelas, bueno cinco, hay uno de ciruelas amarillas en el campo, es pequeñito aun, pero ya este año ha dado fruta. Por esta época ya uno de los de ciruelas azules, que aquí llaman Zweschgen ya tiene fruta, precisamente el que la da más buena. Estas son más grandes que las de los otros árboles y más dulces. Es por esto último que son también las mejores para secar. Con la ayuda de Danielle cogí unos 5 Kg y cuando llegué a la casa las lavé y mientras yo las abría y les quitaba el hueso ella, de pie en una silla, para llegar al poyete de la cocina, las iba colocando en las parrillas de la secadora, donde se quedaran hasta que estén secas.


Tuve tiempo de pasearme y observar que tal iban este año el resto de los frutales. Los manzanos están este año a tope, creo que tendremos una buena cosecha. Por primera vez he visto el peral lleno de fruta, normalmente Dani me dice que sí, que tenía algunas pero que él se las fue comiendo todas directamente del árbol.


Antes de volver a la casa cogí del huerto el primer brócoli de la temporada. Este año con esto parece que estamos teniendo suerte. Están saliendo realmente hermosos.

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