Esta mañana la he pasado entera pelando las peras del único árbol que tenemos en el campo. Dani me trajo hace unos días unos 6 Kg, para meterlas en tarros y esterilizarlos, es decir, para ponerlas en almíbar. Es bastante sencillo aunque laborioso. Después de pelarlas se cortan en 4 trozos y se les quita el corazón. Se ponen en tarros hasta 3 ó 4 cm antes de la boca y se cubren con una mezcla de agua y azúcar, en una proporción de 300g de azúcar que se disuelven en un cacillo, con 1L de agua en hasta que rompa a hervir. Luego se les pone la tapa a los tarros, con su goma y los flejes de 
manera que quede toralmente precintado. En una olla grande o un aparato esterilizador, se introducen los tarros y se cubren de agua, procurando que queden cubiertos y que no se toquen, unos con otros para evitar roturas. Yo lo hago en uno de estos aparatos esterilizadores y lo he puesto 30 min, a 90º, tal como rezaba la tabla de tiempos, del libro de instrucciones.A eso de las 11, fui a ayudar a Dani con los lúpulos y a la vuelta, mientras preparaba la comida, de pronto apareció Manuela maullando y con una patita trasera colgando. No tenía herida alguna, pero seguro que estaba rota porque no la movía, estaba como muerta. Enseguida llamé a Phillippe que, veinte minutos más tarde vino a llevársela. Esta tarde debía yo ayudar a Dani otra vez allí donde la maquina desgranadora y a eso de las 4, apareció Phillippe con noticias de manuela.
Efectivamente tenía una pata rota, al parecer había recibido un fuerte impacto de un coche probablemente y debía ser operada. La mala noticia es que él no puede hacerlo por ser una operación demasiado complicada. Según se veía en la radiografía la fractura estaba astillada y debían ponerle una placa. Esa operación se la harían el lunes, en una clínica especializada en Diessenhofen. Ahora nosotros tenemos hasta entonces para decidir si la operamos o no, porque la operación cuesta 1400.-CHF. Mientras tanto se quedará en la consulta de Phillippe.
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