Los Manuelez se van. (Click ver fotos)

Por fin ha llegado el gran día! Esta tarde a las 7 la familia Gammentaler, se ha llevado a Miguel y a Luisa y ayer por la mañana, la familia Küng se llevó a Paco, El marqués. Paquita se quedará con nosotros. Probablemente a Miguel lo llegue a echar de menos, es un gato muy cariñoso que siempre quería estar conmigo. De Luisa me acordaré mucho porque también es cariñosa aunque algo tímida. Siempre se subía en mi espalda cuando encontraba la ocasión. Pero a Paco no le tengo yo mucho aprecio. Es extremadamente tímido, cobarde, siempre anda escondiéndose, no se le ve especialmente juguetón y mientras los demás andaban, correteando por el jardín y subiéndose a los arboles el observaba, escondido bajo las adelfas. Pero eso sí, siempre era el primero a la hora de comer o de estrenar la arena de la caja recién cambiada.

Mas o menos con cuatro semanas los gatitos empezaron a espabilarse, ya salían de la cesta a su antojo y andaban, correteando por el cuarto de baño primero y por la casa después. Resultaba muy gracioso verlos jugando entre ellos y con todo lo que se encontraba. Lo que ya no era tan divertido, era tener que andar todo el día fregona en mano limpiando los pipíes y las caquitas que iban dejando por los rincones. Una dura tarea resulto ser, enseñarles a que eso debían hacerlo en la caja de arena que tenían junto a su cesta.

Realmente les costó y hasta las 7 semanas, conseguí que lo hicieran. Aun así de vez en cuando seguían dejando “su huella” alguna que otra vez, fuera de la caja, sobre todo Paco. Así que a las 8 semanas decidí que con los niños aquí, lo mejor era encerrarlos en el cuarto de baño, aunque claro también por otro lado resultaba complicado porque es un lugar de donde siempre debemos estar entrando y saliendo. Aquí las vacaciones de verano son en Julio y como es natural, las dos nuevas familias se fueron de vacaciones, pidiéndonos el favor de dejar aquí los gatitos hasta su regreso. Con esto los gatos han quedado aquí más tiempo del debido, lo normal es que se vayan entre las 8 y a las 10 semanas después de haber sido vacunados. En total han estado aquí casi 14 semanas y las 3 últimas las han pasado encerrados en el cuarto de invitados aunque eso sí, los sacabamos cada día al jardín y allí pasaban toda la tarde.

El lunes y ayer como hemos tenido buen tiempo, hemos estado pasando las dos tardes en el jardín, los niños y yo. Ayer les puse una piscinita hinchable con agua y lo pasaron bomba. Mientras ellos jugaban yo estuve arreglando mi jardín de flores que buena falta le hacía. La hierba buena está invadiendo todo alrededor suyo y he tenido que podarla y arrancar muchos nuevos brotes que, se estaban metiendo donde no debía. También le di un repasillo al huerto de casa y estuve quitando hierbas de los puerros que Dani plantó. De allí recogí otra vez unos cuantos pepinos gigantes y como había comprado yogures y crema agria, aproveché e hice para cenar sopa de pepino fría.

Sopa de pepino fría. (Thermomix)

Poner en el vaso 800g de pepino, pelados y cortados en tacos, medio diente de ajo, 1 puñado de hojas de hierba buena, el zumo de medio limón y sal. Triturar en velocidad 8, 1 min, para que quede un puré suave. Después añadir 1 vasito de crema agria y 2 yogures blancos y mezclar en velocidad 2, 30 seg. Poner en la nevera y servir muy frio acompañado de taquitos de pepino.

Dani ayer estuvo en casa de Summi y se trajo, como cada verano un cubo con patatas, nuevas de las que acababan de cosechar. Ahora ya con eso tengo patatas para todo el resto del verano. Con ellas hice una cosa buenísima que suelen hacer aquí mucho. Saqué la receta de uno de los cuadernos que tengo de Betty Bossi, aunque le puse algún ingrediente nuevo por mi cuenta y quedó buenísima.

Patatas gratinadas.

1Kg de patatas peladas y cortadas en rodajas de 5mm. Poner en una fuente de horno bien distribuidas. En el vaso de la batidora poner: 1 huevo, 2 cajitas de nata para cocinar, un pellizco de sal, un diente de ajo grande y triturar todo hasta que quede una salsa muy sueve. Poner a las patatas y mover el cacharro para que ligue bien. Meter en el horno precalentado a 180º, durante 1 hora más o menos. Pinchar de vez en cuando para comprobar que la patata esté tierna.

Buscando girasoles. (Click ver fotos)

Lleno de orgullos, esta mañana después del desayuno Dani me dijo: “-Hoy debemos ir a ver los lúpulos de Friedrick, debes ver lo que has hecho-” Así que como hacía un tiempo estupendo para pasear, cogimos las bicis y nos pusimos en marcha.
Los lúpulos es lo primero que vimos. Lo que él quería enseñarme era lo gordas y hermosas que eran las plantas y me decía “-La mayoría de ellas las has hecho tu-“.
Realmente se veían muy bonitas, aunque en realidad no es lo que más me gusta de todo lo que tenemos.
Continuamos nuestro paseo en busca de girasoles para fotografiar. Hace años que quiero hacer “la foto de los girasoles” y aun no lo he conseguido. Tengo muchas ya pero todavía no tengo la que realmente quiero.
Cada año cuando empiezan a crecer voy buscando campos de girasoles en lugares concretos. No es fácil porque hay que tener en cuenta que según qué hora del día sea, el girasol va mirando a un lado y a otro y mi objetivo es, que en la foto las flores estén mirando hacia mí y que al fondo pueda verse una bonita estampa del pueblo.
Tenía uno de estos campos localizado junto al rio, cerca de la granja de Furtmühle, donde nació Manuela. Desde allí a eso de las 4 de la tarde era el momento perfecto para obtener la tan ansiada fotografía. Otro Campo al que tenía echado el ojo estaba más o menos en medio entre Guntalingen y Unterstammheim aunque en este último por la situación la foto saldría mejor por la mañana.
La verdad es que después de mucho buscar me llevé una gran desilusión porque, los girasoles ya estaban maduros, las flores estaban ajadas y caídas, ya pronto llegará el tiempo de la cosecha. En realidad debía haber salido a buscarlos mucho antes, al menos hace tres semanas, aunque claro, con tanta lluvia y mal tiempo nunca encontré el momento y ahora ya es tarde.
Tendré que conformarme con las que tengo hasta ahora, que no están mal pero ninguna es la que quiero.
No obstante el paseo ha sido muy bonito relajante y divertido, cada uno iba en su bici, incluida Danielle, tranquilos, relajados, sin prisas, disfrutando del paisaje.

Después del mediodía, Dani y Danielle han ido “al café” y yo me he quedado en la casa terminando por fin, las etiquetas para los tarros de mermeladas y conservas de este año.

A mí querida cuñadisima, donde quiera que se encuentre.

Mi querida Brigitte,

Hoy hace un año que decidiste dejarnos para siempre, aunque sigo sin entender porque. Gracias a Dios con el tiempo he dejado de buscar una respuesta, ya no me dan ganas de llorar cuando paso por delante de tu casa, ni cuando Danielle pregunta por ti, que aun lo sigue haciendo.

Por aquí todo sigue más o menos igual. Tu madre está ahora en Sant Katharinental y parece que bastante animada últimamente. De tu familia no se mucho, se que tu hija está muy bien atendía viviendo con tu hermana, aun sigue haciendo de las suyas pero bueno, ya sabes como es. Tu hijo está donde se merece, espero que algún día aprenda a madurar y encuentre su camino. De tu marido no sabemos gran cosa, solo que hasta el momento sigue viviendo en vuestra casa.

Yo sigo echándote mucho de menos, no pasa un solo día sin que me acuerde de ti. Lo bueno es que, como he dicho antes, al menos ya no me dan ganas de llorar es más, el otro día intente imaginarte enseñando a tu madre, a utilizar uno de esos chismes de cocina de “Betty Bossi” que tanto te gustaban, que en ocasiones compraste para ella y que ahora los tengo yo. De pronto me vi sola en mi cocina esbozando una sonrisa. Y es, que nunca tuve ocasión de decirte el cariño que llegué a tenerte. Por lo buena y amable que siempre eras conmigo, por todo aquello que hacías por nosotros sin que, ni siquiera tuviésemos que pedírtelo y sobre todo por el cariño y atención que le dabas a Danielle. Realmente mi casa se iluminaba cuando tu entrabas por la puerta diciendo “-Hooii! Hooiiiii!-” llena de alegría y vitalidad.

Danielle todavía no te ha olvidado, aun algunas veces pregunta por ti y a mi me da mucha penita, por eso no le hemos querido decir nada, aun es demasiado pequeña para entender que, la persona a la que ella mas quería después de nosotros, ya nunca volverá a verla. Cuando pregunta le decimos que no estás o que no vas a venir y ella se conforma. Menos mal que todavía le queda su queridísima “Men” de su alma, que aunque lejos, está siempre pendiente de ella. Te gustará saber que ya está muy grande, que el próximo agosto estará en su segundo año de Spielgruppe y que ya habla mucho más Suizo-alemán, del que tú empezaste e enseñarle.

Dani nunca dice nada pero sé, que a su manera, el también te echa mucho de menos. Te quería muchísimo.

Esta mañana he puesto una foto tuya, con un marco en mi repisa. Danielle cuando la vio enseguida dijo: -“¡Esa es mi amiga Brigitte! Mami… un día yo quiero ir a su casa-.” Como siempre hago, no le contesté y ella se fue a seguir jugando. Después nos fuimos las dos en la bici al vivero de Friedrick, a comprar lechugas e hinojos para plantar y luego al campo a plantarlos. Dani había preparado la tierra ayer por la tarde, yo solo tuve que removerla un poco y quitarle algunas piedras. Tenias que ver a Danielle ayudándome, realmente los hinojos los plantó ella todos y yo las lechugas. Me dijo “-Mami, yo también quiero plantar-”. Se colocó sus pequeños guantes de jardín, cogió sus herramientas y se puso conmigo. Yo le enseñe como debía hacerlo y a veces le ayudaba porque, el hoyo era demasiado pequeño y yo lo terminaba de agrandar con las manos ¡Es que, es muy pequeña todavía!

Y ya no me queda mucho más que decirte, solo que esta tarde hemos vuelto a tener tormenta, cosa que viene siendo habitual. Llevamos un verano bastante más lluvioso de los que yo conozco aquí en Suiza, quizás en agosto venga mejor tiempo y tengamos más días de sol.

Espero que allí donde estés hayas encontrado tu paz y que estés bien. Nosotros seguiremos nuestro camino, aunque sé que nunca vamos a olvidarte.

Recibe un beso muy fuerte de esta “Tu otra familia” que tanto te quiere.

Desde Suiza con amor.

El castillo de La bella durmiente. (Click ver fotos)

El pasado Viernes, fue realmente maratoniano. Aun teníamos unos bonos del hotel Mercure que como los anteriores, debíamos gastar antes de final de este mes. Pensábamos ir la semana que viene a München o a Studgard ambas ciudades en Alemania. Nos decidimos por la primera pero, Dani se equivocó al hacer la reserva y fuimos esa misma tarde, para volver el domingo por la por la noche. Tenía una montaña de cosas que hacer y como se suele decir, muy poco tiempo para hacerlas pero me cundió bastante. A primera hora de la mañana (7.00am) me puse a pelar las judías para congelarlas. Después de lavarlas muy bien las herví solo un par de minutos para esterilizar y las metí en bolsitas de 300g, que es la cantidad que nos solemos comer entre los tres. Después me puse con las grosellas, que tenía fermentando desde el martes para hacer jarabe. Ha salido solo 1L. En fin, la compra, la maleta, los bocadillos para el viaje y la comida del mediodía que Dani venía a comer. Salimos hacia München a las 6.00 de la tarde con una copiosa lluvia que nos acompaño todo el viaje y con las dos o tres caravanas que encontramos por el camino llegamos al hotel sobre las 10 de la noche. El sábado continuó lloviendo todo el día pero eso no nos impidió disfrutar de aquélla preciosa ciudad. Visitamos la catedral y subimos a la torre, Vimos en la Marienpaltz, el nuevo y el antiguo ayuntamiento donde, en este último vimos el museo del juguete. No es por menospreciar a nadie pero, el de Figueras no tiene nada que envidiarle, de hecho es mucho mejor. No mucho más grande, pero si más amplio y mejor organizado. Como no podía ser menos, por supuesto que nos tomamos una cerveza gigante “tipiquísima” alemana y un surtido de salchichas. De vuelta al hotel lo que todos estábamos deseando después de un largo día caminando, el “mega baño de espuma”. Danielle se lo pasó en grande. El domingo nos levantamos temprano y emprendimos viaje a Füssen al sur de Alemania para visitar El castillo de Neuschwanstein. Un fastuoso palacio construido sobre una montaña a finales del siglo XIX, por orden del rey Luis II de Baviera y elegido posteriormente por la Disney como modelo para el castillo de La bella durmiente. Muy cerca de allí se encuentra también el Castillo de Hohenschwangau, construido por el Rey Maximiliano II, padre de Luis II y que utilizaban como Residencia de verano. El complejo recibe al día alrededor de 10.000 visitantes, nosotros tuvimos que guardar cola durante 20 minutos para poder comprar las entradas, esperar 2 horas para ver el castillo de Hohenschwangau y 3 para el de Neuschwanstein. Las visitas se hacen por grupos de unas 15 personas, el nuestro con una guía española que iba explicando todo lo que íbamos viendo. La verdad es que el viaje me ha encantado. Verdaderamente son una maravilla los dos castillos. A eso de las 6.00 emprendimos viaje de vuelta y llegamos a casa sobre las 10.00 de la noche.

Una semana de cosecha.

Ya cada semana voy recogiendo más cositas de mi huerto. La semana pasada debía empezar ya a recoger frambuesas pero, este año al parecer no hay tantas. Otra vez tienen esos hongos del año pasado y se pudren antes de madurar, aunque si se pueden coger algunas y lo bueno es, que la frambuesa va saliendo poco a poco o sea, que cada día voy cogiendo las que hay y las voy congelando hasta que tenga suficientes para hacer mermelada o jarabe o lo que se tercie.



El martes terminé por fin con las grosellas. Aun quedaba un arbusto por vaciar, así que me llevé a los niños al campo con las bicis y mientras ellos jugaban, yo me dedique a coger hasta la última grosella que quedaba. Mi amiga y vecina Sandra me estuvo ayudando después a desgranarlas, mientras los niños se bañaban en pequeña piscina de platico que les coloqué en el jardín. No eran muchas esta vez y acabamos enseguida. Congelé 4 bolsitas de 250g y el resto las dejé reposando para hacer jarabe. Esa misma tarde me di una vuelta por el huerto del jardín y cogí los primeros tres pepinos que tenían ya un tamaño considerable. Y algunos tomatitos cherry que Danielle se comió para cenar. Lo más bonito del martes fue cuando vi las flores que habían salido de la Fresia, ¡Por fin!



Ayer estuve en el huerto del campo que verdaderamente le hacía falta un repaso. Estaba todo poblado de hierba mala, tanta que mis plantas casi no se veían. Lo bueno es que tan grandes son más fáciles de quitar, además como estaba la tierra muy mojada, pues mucho mejor. Al llegar no sabía por dónde empezar y dando una vuelta me acordé de los ajos, aquellos que habíamos plantado en el otoño. Cuando el ajo está maduro para cogerlo, el tallo se seca y se queda todo mustio por el suelo. La hierba mala había crecido tanto que ya no se veían los tallos. Empecé a escarbar y quitar la hierba y encontré un montón de ajos enormes, los más grandes que he tenido. Obviamente, estaban todos llenos de tierra y muy sucios, así que antes de ponerlos a secar los lavé muy bien bajo el chorro de agua y los puse en una caja que coloqué en un lugar donde les diera el sol. Poco antes de volver a casa llegó Dani y juntos nos pusimos a recoger todas las judías, que ya estaban listas, 2,5 Kg. Aún quedan unas pocas para la próxima semana.



La anécdota de la semana es que mi suegra, pidió que la llevaran a la peluquería y se ha pintado el pelo. Dice que ya estaba harta de pelo blanco y quería variar. La mujer tiene 84 años, el año pasado por esas fechas, después de algunas complicaciones por una operación que le hicieron, la pobre se echó a morir. Decía que ya estaba cansada y que no tenía fuerzas para seguir. Estuvo en una residencia especial para enfermos terminales, en su casa dos semanas poco antes de navidad y finalmente la trasladaron a Sankt Katharinental donde ha ido recuperándose muy lentamente. Hace cosa de dos meses le dio una hemiplejia y ahora no puede mover la mitad de su cuerpo. Pero su cabeza está perfectamente y dentro de sus posibilidades, que son muy pocas aun tiene ganas de dar paseos o de ir a la peluquería por ejemplo.

El paseo de las abuelas. (click ver fotos)

Una idea fantástica la de mis cuñadas, “Me quito el sombrero” Esta vez se les ha ocurrido llevar a mi suegra y a la tía Clara, a dar un paseo en barco por el Rhein. La aventura consistía en coger el ferri en Diessenhofen hasta Büsingen, un pueblo de Alemania también a orillas del famoso río. Como el motivo era tomar café como suelen hacer cada domingo todos reunidos, aquí que se apuntaron todos los hermanos de Dani con los conyugues respectivos, incluida yo que nunca voy “al café”. Estuvo lloviendo casi todo el viaje, en realidad todo el día pero fue muy bonito, los paisajes son preciosos y las vistas desde el barco incomparables. Además me sentía muy bien de ver a mi suegra la pobrecita, tan animada por poder ver a todos sus hijos, fuera de esa especie de hospital-residencia donde habita ahora.

A la vuelta Dani volvió al campo ha arreglar el huerto de allí que, últimamente lo teníamos un poco abandonado. Ha quitado mucha mala hierba, sobre todo de los espárragos que ya se han crecido y también ha podado las fresas. Por lo visto eso lo hace cada año pero yo, es la primera vez que lo veo y la verdad, casi me da un ataque cuando las he visto, pensaba que habían muerto ya definitivamente.

Las cerezas.

La verdad es que es una pena, con tanta lluvia y el granizo se han estropeado la mayoría de las cerezas, tanto que no hemos podido coger para conservar en tarros ni siquiera para hacer Kirsch. Esta tarde hemos ido Dani y yo al campo a coger todo lo que podíamos del árbol de allí y luego Dani estuvo cogiendo también del de la casa. Hemos cogido dos cestos, más o menos 6 Kg. Aun en el árbol de la casa quedan muchas aunque para cogerlas hay que ir mirando con cuidado una a una porque muchas están manchadas, tienen boquetes o medio podridas. Las que están a mi altura las iré cogiendo ya, en los próximos días para comer. Hemos echado el resto de la tarde en limpiarlas y prepararlas. Yo las iba enjuagando muy bien con agua y quitándoles los rabos. Dani iba metiendo en bolsas para congelar, para hacer tüne con hueso y sin hueso, para tartas, mermeladas y para secar, que es una de las ultimas buenas ideas de mi amiga Susanne. El día del cumpleaños de Danielle me contó que ella secó unas pocas el año pasado para probar y que salen buenisismas. Así que yo he sacaso el aparato para secar fruta y ahí he puesto 1Kg a ver como salen.

La mermelada la he hecho por supuesto en la Thermomix. Pero la he dejado llena para hacerla mañana. He puesto dentro 1Kg de cerezas con 1Kg de azúcar especial para hacer mermeladas y el zumo de medio limón. Todo eso lo he triturado 10 seg., velocidad 3 y ½ y mañana la pongo en marcha cuando me levante, poniéndola 30min., temperatura 100º, velocidad 1. El resto del proceso igual que con las otras mermeladas.

Gelatina de grosellas rojas.

Esta tarde he subido a los niños en el coche y me los he llevado al campo. Debía vaciar los arbustos de grosellas que son dos aunque, solo he podido coger de uno, mientras los niños jugaban por allí.

La grosella es una baya ácida y comestible de color rojo. Es originaria de parte de Europa Occidental (Francia, Bélgica, Países Bajos, Alemania y norte de Italia) No es una fruta para comer cruda pero con ella por aquí suelen hacer mermeladas, jarabes e incluso salsas para acompañar carnes.

He cogido 5 Kg y ya en casa, Sandra mi vecina, me ha ayudado a desgranarlas. Enjuagué muy bien los granos y separé una parte para hacer gelatina y jarabe.
La gelatina que aquí llaman Gelee, una especie de confitura gelatinosa sin trozos de fruta. Para hacerla primer trituré con un pasapurés, hasta conseguir un litro de zumo, que ademas pasé por una gasa para terminar de filtrar. Después en la Thermomix puse el zumo y 800g de un azúcar especial para hacer confituras que contiene gelatina. Y programé 30 min, 100º, velocidad 1. Mientras se hacía preparé los tarros, poniéndolos todos en fila con su tapadera detrás de cada uno para, una vez terminado el tiempo de cocción, verter en ellos la gelatina con un colador metálico de boca ancha, especial para eso. Inmediatamente después los he tapado uno a uno y envuelto todos juntos en un trapo para que estuvieran abrigados hasta que se baje la tapa, tal como hago con las mermeladas. Han salido 5 tarros, suficientes para todo el año.

El resto de las bayas las he reservado para hacer jarabe. En una bol grande, las he triturado con las manos lo más que he podido y después las he tapado con una tapadera de cristal. Deben estar así unos 3 o 4 días hasta que fermenten, removiéndolas dos veces al día. Y para la cena le he hecho a Dani un Tüne de cerezas.

Receta de Tüne de cerezas.
En un molde para tartas colocar una plancha de masa para tartas y sobre esta repartir más o menos 500g de cerezas. En un vaso de batidora poner 2 huevos, 2 cucharadas de azúcar, 1 cajita de nata liquida y 1 cucharada de Maicena. Mezclar bien y verter sobre la masa con las cerezas. Hornear a 200º, 30 min.

Una agenda completa para el fin de semana. (Click ver fotos)

Empezando el sábado a las 10 de la mañana, con el desayuno que las profesoras del Spielguppe de Danielle y Gabi Weerkamp, la monitora del grupo Elternkindersingen (padres e hijos cantan) habían organizado para todos los padres de los alumnos del grupo de juegos. Cada familia debía aportar algo, a mi me dijeron que llevase la leche pero, como me venía bien también llevé dos tarros de mermelada de las últimas que hizo mi suegra y una cesta de cerezas. Para el desayuno nos sentamos separados, Dani con la familia Keller, Sandra, Markus y Jessica y yo con la familia Bernhard, Harry, Sarah, Amira y Ramiro que vino también. Ambos son amigos nuestros pero se sentaron por separado. Al terminar el desayuno Markus tubo que marcharse y Sandra y Dani se sentaron con nosotros. Yo estuve un rato jugando con Ramio y las niñas en el tobogán y a eso de las 12 volvimos a la casa.
Tenía hasta las cuatro para la siguiente cita así que, aproveche para hacer acopio de todo lo necesario para hacer mermeladas, jarabes y conservas en dulces, ya que la semana que viene debemos vaciar el árbol de cerezas y los arbustos de grosellas rojas que hay en el campo. Los tarros para mermelada y las botellas para el jarabe, como estaban limpios los puse a esterilizar en el lavaplatos y después los guardé en una cesta de mimbre envueltos en una sabana limpia hasta que los vaya a usar.

A las cuatro menos 5 nos fuimos a Hopfen Tropfen, http://www.hopfentropfen.ch/home.php la fábrica de cerveza que está en Guntalingen, a 5 minutos de nuestra casa. Era una visita organizada por la empresa de Dani, a la que asistía todo el personal y el jefe con las familias mujeres, maridos e hijos. Al parecer es una “excursión” que organiza la mujer del jefe, cada año a un lugar diferente. En ella se incluye además aperitivo o merienda y cena.

Nos sentamos con un compañero de Dani y su mujer que tienen 10 hijos, desde los 3 a los 17 años y estaban todos allí. Aunque se iba acercando a la mesa de vez en cuando alguno que otro, estaban sentados en otro sitio para la cena. Juntos y muy formalitos, los mayores cuidaban de los más pequeños y tenían todos, un comportamiento ejemplar. Admirable.

La visita fue muy amena e instructiva, Markus y Brigitte Reutimann nos iba explicando como hacían la cerveza, que ingredientes utilizaba para su elaboración y dándonos a probar, los distintos cereales y el lúpulo, siendo este último ingrediente indispensable. También hicimos una visita a su campo de lúpulo, justo al lado de la fabrica-granja.

Además de cerveza, ellos con el lúpulo elaboran también algunos cosméticos y un queso exquisito entre otras cosas. La cena consistía en una parrillada de distintas carnes y ensaladas terminando con un postre de ensalada de frutas, con una especie de helado hecho con lúpulos que estaba realmente exquisito. Volvimos a la casa después de las diez de la noche.

Hoy ha venido nuestra amiga Catherine a comer con nosotros. A ella la conoció Dani en Málaga, dos semanas antes que a mí. Vive en Zürich, es profesora de enseñanza primaria y es encantadora. Hacía ya tres años que no habíamos vuelto a saber de ella, hasta que este invierno a Dani le comentó que, al parecer, había estado muy enferma, pero que ahora ya estaba bien. Dani la llamó para preguntar cómo estaba y la invito a pasar un domingo con nosotros.

Como este verano en mi casa lo que está de moda es la paella, eso es lo que le puse para comer, con una ensalada y para el café una torta de aceite. Ha estado con nosotros casi todo el día y enseguida hizo amigas con Danielle. Estamos muy contentos de haber vuelto a verla.

Los Hinojos.

Las cosas que pasan, por no saber bien el idioma. Esta mañana me llamó la profesora de Danielle del Spielgruppe, para decirme que debía llevar el bañador y la toalla, que estarían en el jardín del cole. Eran las 7 de la mañana y yo me había quedado durmiendo un poco más porque estaba realmente cansada y la llamada me sacó de la cama. No pude entender bien que decía, solo cogí dos palabras Hose (pantalón) y Garten (jardín). Le coloque entonces, los pantalones vaqueros, calcetines y botas y al llegar al colegio vi que todos los niños llevaban atuendo playero y entonces entendí lo que Gabi me quería decir. Badehose es bañador. No pasa nada, vivimos muy cerca del colegio y por el mismo camino volví corriendo a la casa a coger la ropa de baño de Danielle y volver para que se la pusiera. “A quien no tiene memoria, Dios da piernas” dicen, en mi caso es falta de comprensión de un idioma dificilísimo a las 7 de mañana.

Esta tarde he ido al campo a recoger los ocho hinojos que teníamos plantados, que ya estaban listos para comer. Es la raíz del hinojo lo que solemos comer por aquí y normalmente y los suelo cocinar cocidos al vapor y después gratinados con queso. Tienen un sabor un tanto peculiar, como a regaliz con un fondo algo dulzón. La verdad es que están muy buenos. Pero esta vez y para variar un poco he probado a hacer una sopa. La receta la he sacado de “El gran libro de Betty Bossi” que me regalo mí querida “Cuñadísima” a la que por cierto, hecho muchísimo de menos. En principio era para sopa de brócoli pero, decía que podía hacerse también con otro tipo de verduras, siguiendo las mismas pautas. Solo en el caso del hinojo decía que debía llevar también patata, ya que este es muy liquido y así espesaría la sopa. Yo en vez de patata le puse una cajita de nata liquida, he adaptado la receta a la Thermomix y quedó perfecta realmente exquisita. Son muy grades y pesan más de 250g cada uno.

Receta de sopa de Hinojos (para Thermomix).
Poner en el vaso 2 cebollas cortadas en cuatro trozos, triturar 10 seg., velocidad 4. Añadir 40g de aceite de oliva y cocinar 10 min. temperatura varoma, velocidad 1. Cortar y limpiar y trocear 500g de raíz de hinojo y poner en el vaso cuando la cebolla esté transparente. Triturar 10 seg. En velocidad 5. A continuación Añadir 4 dl de caldo de verduras y cocinar 30 min. 100º velocidad 1. Cuando termine este tiempo dejar enfriar un poco y triturar 2 min., aumentando las velocidades poco a poco hasta llegar a 7 u 8. Debe salir una crema suave a la que añadiremos finalmente, 1 cajita de nata liquida antes de servir.

Deshojando los viñedos.

Esta semana mi cuñada Annette se ha tomado vacaciones en el trabajo para trabajar en los viñedos y yo he ido a ayudarle. Se trata de arrancar las hojas que hay alrededor de las uvas para que reciban luz. Según dice Dani su padre lo hacía en dos veces o sea, arrancaba las de un lado solo y unas semanas más tarde las del otro, pero nosotros lo hemos hecho todo a la vez, se ve que se les ha echado el tiempo encima. También han ido mi sobrino Retto, un amigo de este y mi cuñado Summi, el marido de Annette. Yo empecé el martes por la tarde, antes no podía porque tenía a los niños de Sarah conmigo pero ellos llevaban creo que desde el Sábado. Summi además de sus viñedos tiene también los nuestros, los que Dani heredó de su padre, más unas 20 ha. que Dani compró la pasada primavera. Hemos tenido mucha suerte con el tiempo y ya esta tarde, hemos terminado con todo.

El lunes por la mañana estuve un rato en el jardín con los niños y aproveché para coger una cesta de cerezas, que están ya perfectas para comerlas. Algunas están podridas, yo no sé si serán hongos o porque ya es tiempo de recolectarlas y se están pasando. Ayer después de trabajar en los viñedos me di una vuelta por el huerto del campo y recogí las últimas fresas. Con ellas como no eran muchas, esta tarde he hecho un batido para Dani y Danielle para la cena y esta tarde, al volver de los viñedos, he cogido de mi nuevo huerto el primer calabacín. Tenía en realidad un aspecto lamentable a causa del granizo, aunque para comerlo estaba muy bien. Lo he puesto gratinado, sencillo pero exquisito. Al horno con un poco de ajedrea de mi huerto de hierbas y un diente de ajo prensado.

Receta de calabacín gratinado.
1 calabacín Abierto por medio y a su vez, cada lado rajado haciendo rombos. Sobre el espolvorear Una pizca de sal y después en un pequeño cuenco mezclar, 1 Cs. aceite de oliva, 1 ramita de ajedrea y 1 diente de ajo prensado. Con una cuchara extender sobre el calabacín y poner en una fuente de horno, tapado con un papel albal. Hornear 20 min. a 270º, quitar el papel y gratinar 10 min. Mas.