La paella. (Click ver fotos)

Hoy he hecho una paella para 20. Para los amigos de Dani, los que son sus amigos desde que eran pequeños. Juegan juntos al balonmano y todos tienen mujer e hijos.

Konrad Langhard es el más joven de los tres, todavía no ha cumplido los cuarenta vino con su mujer Edit y sus tres hijos, los gemelos y el pequeño Mickel, Dietsch Langhard, primo de Konrad con Nickolle su mujer y sus dos hijos, Julia de 3 años y el pequeño de 6 meses y Christoph y Adi que viven en Schaffhausen trajeron a su única hija Carina, de 13 años.

Hemos tenido un día muy bueno de sol y hemos hecho la paella en el jardín. Con una paella para 20 utilizando una hornilla de gas, especial para ella.
Ha sido un arroz especial para “Guiris” o sea, con muslos de pollo, carne de cerdo troceada y gambas semi peladas o sea, sin cabezas ni patas. La verdad es que estaba bastante buena. Para acompañar he puesto dos ensaladas, una de lechuga, tomate y pepino con aliño francés, el que suelen poner por aquí casi siempre y una bandeja de tomates cherry, cortados en 3 y aliñados con ajo, perejil, aceite de oliva, vinagre y sal, típico malagueño.
Para el café hice ayer dos bizcochos, los mismos que hice para la fiesta de cumpleaños de Danielle.

Todo el mundo quedó muy contento. Edit la mujer de Konrad al parecer es alérgica al tomate, y me dijo que ella no comería de la paella pero si de las salchichas que Dani había sacado para los niños y que hizo en la barbacoa. No se quedó sin probarla porque de todos los ingredientes aparté unos pocos e hice un arroz especial para ella, en una sartén pequeña en la cocina solo que, en vez del frito de siempre, esta tenia solo ajo, cebolla y pimiento rojo. Le encantó.

Después de comer pasamos la tarde en el jardín. Los niños mayores se fueron a la piscina, las niñas se quedaron jugando y los mayores descansando bajo los árboles. A eso de las 5 empezaron a marcharse, los últimos Christoph y su familia que se fueron sobre las 7.

El desfile de Martha.

Esta tarde he ido con mi amiga y vecina Sandra a presenciar un desfile de modas. Lo organizaba la clase de costura de mi vecina Martha, de la que ella es alumna y por otro lado, suegra de mi amiga.

La verdad es que todo aquello resultaba de lo más peculiar. En algún momento me sentí como si me hubiera colado de pronto, en una escena típica de cualquier película, cuya trama se desarrolla en un apacible y pequeño pueblecito en cualquier parte del norte de Europa, donde todos se conocen entre ellos y cuya forma de vida aparece como apartada de todo este loco mundo donde el consumismo y estar a la ultima en tecnología es prioridad absoluta.

En realidad, aquí donde vivo es algo así. Todo se conserva como hace más de medio siglo incluidas las costumbres y la forma de vida. Todavía puedes ver en el supermercado a muchas mujeres que van con su cesta de mimbre a hacer sus compras. Los niños siguen aun jugando con los juguetes con los que jugaban sus padres incluso, en ocasiones de sus abuelos, incluso el colegio sigue siendo el mismo al que asistieron sus bisabuelos. Y así, casi todo.

El evento era a las 7 en un pequeño pueblo, no lejos de aquí llamado Oerlingen. En principio debía ser el pasado viernes pero, llovió mucho y los pospusieron, haciéndolo esta vez, en el que hasta hace 3 meses era el colegio. Sandra y yo llegamos un poco tarde, en realidad bastante más tarde, tanto que llegamos casi al final, pero Martha nos recibió aun así con muchísima ilusión y se desvivió por que pudiéramos verlo todo bien, aunque solo fuese el final, estaba pletórica y muy guapa. Al parecer ella había desfilado también. Habían pasado semanas ensayando para que todo saliera bien y lo consiguieron.

Todas las alumnas nos mostraron uno a uno, los modelos que cada una había realizado durante el curso y al final del desfile, posaron todas juntas con uno de ellos. Algunos eran de fiesta, otros de paseo, en definitiva, lo que cada una gustó de realizar. Al terminar el desfile llegaron las presentaciones y felicitaciones, entrega de regalo a la profesora y agradecimiento a las organizadoras. Después nos obsequiaron con un bufet, bien surtido de cosas buenísimas para comer, tanto dulces como saladas que, también ellas mismas habían cocinado, Un cuarteto de música popular autóctona de la región, amenizaba la velada mientras, los allí reunidos conversaban y se saludaban entre ellos.

Allí estaba también mi profesora Judith Keller, amiga también de Martha desde hace años y conocida de muchos de los congregada. Con ella estuve charlando bastante rato y me contó que, eventualmente había estado dando clases allí. Ella es profesora de teología de los últimos cursos de la enseñanza primaria. Me dijo que aquel colegio había cerrado por falta de niños, al parecer el pueblo es demasiado pequeño y hay pocas familias ya con escolares. Ahora los que hay deben ir al colegio de primaria de Kleinandelfingen. Era un edificio muy antiguo conservado como en los años 50. Con columnas de hierro pintadas en gris, grandes ventanales y las paredes chapadas en madera y pintadas de color beige. A eso de las 9 la gente empezó a marcharse y Martha que como he dicho estaba pletórica, arranco a bailar con su amiga cuando ya casi estaban recogiendo.

Por supuesto no era un desfile de Prada ni de Versace, pero para ellas igual ademas, ha sido una velada encantadora y me alegro muchísimo de haber podido asistir.

Granizo. (Click ver fotos)

La semana empieza regular.
El día se levanto nublado, amenazando lluvia. Lo que no esperábamos era granizo.
Aquí eso no es bienvenido. Destroza las plantas y las cosechas.
Estuvo cayendo alrededor de 15 minutos. Cuando dejó de llover, salí al jardín comprobar los destrozos.
Lo que más me ha dolido ha sido la higuera. Nos la regaló Christof por nuestra boda. Hace dos años tuvimos que cambiarla de sitio porque Anna Marie estaba arreglando su tejado y los camiones entraban por mi jardín. La higuera estaba en medio del camino. El año pasado todo fue bien pero este año, al llegar la primavera vimos que no echaba hojas, parecía estar seca. A mediados de mayo empezó a tener algunos brotes y ahora está muy pequeñita, pero parece ir bien. El problema eran los caracoles. Que se comían los nuevos brotes y por eso no llegaban a salir las hojas. Espero que el granizo no le afecte demasiado. En principio le ha roto algunas hojas.
Dani también salió al campo a ver los destrozos.
Dice que del lúpulo de Unterstammheim se habrá perdido más o menos un 30%, el de Oberstammheim está mejor, solo hay un 10% afectado.
Las calabazas que plantó la semana pasada estaban enterradas en granizo y dice que algunas tienen las hojas rotas.
También estuvo viendo las uvas y el trigo de Summi, que esto es lo que está peor, aunque no tanto como las uvas que vimos en Alemania, de camino a Salzburgo.
Aunque en realidad a lo que más ha afectado es al nuevo huerto. La mayoría de las plantas están destrozadas.

El cumpleaños de Danielle. (Click ver fotos)

Ayer tuvimos un frenético y estresado día preparando la fiesta. Desde por la mañana temprano estuve haciendo dos bizcochos, un tiramisú de rababa, dos ensaladas una de pasta y otra solo con lechuga de dos clases, patatas asadas, el alioli y preparando los aperitivos. Dani mientras sacó todos los chismes que había en el cobertizo. El cielo amenazaba lluvia y decidimos poner las mesas a cubierto por si llovía. La verdad es que lo ha dejado todo ordenadísimo y limpio. Preparó las mesas con los manteles, puso las guirnaldas y sacó del desván las cajas con los platos y cubiertos que aun quedaban de nuestra boda, la verdad es que está dando mucho de sí todo aquello. También fue a comprar la carne para la barbacoa, bebidas y el pan.

Los invitados a la fiesta empezaron a llegar sobre las 4.30. Primero llego Sandra con Jessica (4) y al poco tiempo, Sarah con su marido Erik y sus hijos Amira (4) y Ramiro (2). Y así poco a poco siguieron llegando Katia y Anaklet con sus hijos Colin (5) y Mae (2 ½), el padrino de Daniel Phillip con mujer Britta y finalmente Susanne y Hans Peter con la pequeña Nelle (3). Aunque realmente el último en llegar fue Markus Keller, el marido de Sandra que debía hacer la cuadra y dar de comer a las vacas, antes de venir.

La velada estuvo muy amena. A pesar de que algunos no se conocían entre ellos, enseguida hicieron buenas migas igual que los niños, que lo pasaron en grande, sobre todo saltando en el trampolín y jugando en la arena. Cuando llego la pequeña Mae enseguida Jessica se le acerco y le dijo -“Ven pequeña que yo cuidaré de ti”- y no se separó de ella en toda la noche.

Los niños tuvieron lo que deben tener en toda fiesta de cumpleaños, patatas fritas, tarta, piñata y un jardín enorme para jugar. Y los mayores lo único que necesitaban, una buena cerveza, un poco de carne a la barbacoa y una amena y distendida conversación.

Dani quedó muy contento porque empezaron a marcharse sobre las 10 de la noche, los últimos Sarah y su familia a las 10.30. Eso es señal de que estaban a gusto tanto padres como hijos. En realidad se fueron marchando conforme los niños empezaban a acusar el cansancio. Admirable Sandra que aguantó hasta casi la última. Poco antes de marcharse me había dicho que estaba otra vez embarazada de 11 semanas y que, como en los dos anteriores, le habían detectado diabetes gestacional. Este es su tercer embarazo además de Jessica tiene otra niña, Shanaja que cumplió 1 año el pasado 25 de mayo.

Hoy nos hemos levantado bastante tarde hemos recogido todo lo que quedó de anoche y después del mediodía Dani ha ido al café con Dlle y se ha llevado el tiramisú de rababa y manzana que hice para la fiesta. Olvidé sacarlo ayer y se quedó entero en la nevera. También se ha llevado lo que quedó de la tarta de cumpleaños.

Esta tarde ha estado ayudando a Summi que está enfermo, a fumigar su campo de patatas y a la vuelta me ha traído algunas fresas, que ya quedan pocas y dos colinabos bastante grandes.

Plantas de calabaza.

Hoy Danielle cumple 4 años y como es natural, hoy ella es la Reina de la casa y sus deseos son ordenes para todos. Gracias a Dios eso es solo un día al año.
Para “la merienda del cole” se ha llevado unos cuantos paquetes de Kägi-fret para repartir entre sus compañeros. Estas son unas galletas del tipo de los “Huesitos” que venden en España, pero son el doble de grandes y vienen dos en casa paquete.
Para comer le he puesto calamares rebozados que el encanta, con un poco de “sopa verde” como ella la llama, que no es más que puré de calabacines.
Después de comer le pregunté que quería hacer esta tarde y me dijo: -“Mami, yo quiero ver muchas pelis, quiero ver tooodas las pelis”- Y eso es lo que ha hecho toda la tarde hasta la hora de acostarse. Con dos pausas una para merendar y otra para cenar. Sesión continúa de cine infantil de 8 horas. No ha parado de llover en todo el día así que, no tenía mucho donde elegir.
Mientras, yo he estado haciendo su tarta de cumpleaños para la fiesta de mañana.
La receta me la ha dado Cristi por teléfono esta mañana. Es bastante sencilla de hacer aunque muy laboriosa. Las galletas que he usado, las únicas que he encontrado de ese tipo aquí, se desintegran en cuanto la mojas en leche, así que debía tener muchísimo cuidado de no pasarme, para que no se encharcara la tarta y varias veces, debía meterla en la nevera para que no se desmoronara. Menos mal que he usado una nata que venden aquí especial para ese tipo de pasteles. Quic-rahm es una nata que lleva gelatina y cuando se enfría se queda cuajada.

Receta de la tarta de galletas.
1 paquete grande de galletas tipo “María” cuadradas. La cantidad dependerá de lo grande que se quiera hacer la tarta.
Leche para mojar las galletas. Ir mojando las galletas en leche solo un poco para humedecer. Pero que no salga ni secas ni demasiado mojadas, para que la tarta no se desmorone.
1 latita de nata “La lechera” o en su defecto una nata que sea muy espesa.
200g de chocolate con leche. Se puede hacer también con chocolate negro o blanco. Derretir y mezclar con la nata hasta hacer una pasta homogénea fácil de untar.
En una fuente plana, poner una capa de galletas previamente mojadas en leche y sobre esta untar una capa de chocolate. Repetir esta misma operación sobre la primera capa hasta más o menos 4 capas de galletas. Cubrir finalmente toda la tarta con el resto de la masa de chocolate y dejar enfriar en la nevera. Finalmente adornar con “chuches”, “Lacasitos” o similar.

Dani plantó ayer por la tarde las calabazas, junto al campo de los lúpulos de Unterstammheim entre este y el campo de patatas que tiene mi cuñado Summi justo al lado.

Mermelada de Fresas.

Ya esta semana ha sido bastante más tranquila. Con los niños bien, Amira es bastante revoltosilla aunque eso es normal lo malo es que hace lo que quiere cuando quiere, dispone a su antojo de las cosas sin pedir permiso y eso, es lo que no me encanta. Creo que debo plantearme en serio un cambio de táctica para con los niños.
Ayer por la tarde estuve en el campo con Dani y con Danielle y estuvimos limpiando de mala hierba todo lo que había plantado. Yo me centre en las cebollas que tenía las hierbas más altas y más fáciles de quitar. Di un paseo para observar todo lo que teníamos plantado. Hará un par de semanas que Dani plantó judías, remolachas, guisantes y finalmente toda la coliflor y el brócoli que tenía en los semilleros. Los colinabos ya están casi para cogerlos, de los 10 que hay plantados de momento solo se ha roto uno. El año pasado casi todos se rompían, se rajan a veces en dos mitades algunos incluso en cuatro. Eso en principio no es malo, solo que a la hora de pelarlos resulta bastante incomodo. También los hinojos están ya bastante grandes aunque todavía no es tiempo para cogerlos.
Mientras recogía las fresas pude observar que algunas, bastantes mas de las que quisiera, estaban manchadas, es decir, tenían el rabito marrón y la mitad de la fresa estaba como podrida. Se las enseñe a Dani y me dijo que si, que lo había visto y que era culpa suya. Son hongos, al parecer él debía haber puesto fungicida antes de que saliera la fruta y no lo hizo. Recogí todas las que pude. Ya no hay muchas, en realidad las que cogí se las comieron allí mismo entre los dos.
De todas formas en casa tenía bastantes de la semana anterior, aproximadamente un Kilo, así que he hecho mermelada con ellas.
Por supuesto con la Thermomix, y la verdad es que esta vez me ha salido buenísima. Precisamente la mermelada de fresa no es de mis favoritas, pero esta si me gusta.

Receta de mermelada de fresa (para Thermomix).
Poner en el vaso:
500g de fresas limpias enteras pero quitarle la parte verde.
1 limón pelado y sin pipas, cortado en rodajas.
400g de azúcar puede ser también azúcar especial para mermeladas. Triturar 10 segundos, a velocidad 3 ½ y a continuación programar 30 min., temperatura 100º velocidad 1.
Pasado este tiempo comprobar la consistencia, si queda muy liquida se puede programar 10 min., temperatura varoma, velocidad 1.
Para conservar:
1º Hacerse con tarros. Pueden ser de antiguas mermeladas o comprados nuevos, especiales para ello.
2º Esterilizar antes de usar. Es fácil, en una cacerola grande, se llena de agua y se introducen los tarros y las tapaderas, de forma que queden cubiertos de agua. Hervir 5 minutos, sacar con unas pinzas y dejar escurrir sobre un paño o toalla. Es conveniente que al volcar la mermelada en ellos el tarro esté aun caliente para que no se rompa, ya que esta debe estar aun hirviendo.
3º Llenar. Se puede usar un embudo de boca ancha. Una vez hecha la mermelada, y aun hirviendo verter inmediatamente en los tarros, y cerrar.
4º Dejar enfriar. A continuación ponerlos todos juntos y abrigar, usando para ello el mismo trapo o toalla donde los dejamos secar. Las tapas deben bajarse más o menos pasadas unas 2 ó 3 horas.
5º Etiquetar y guardar. Cuando ya esté fría, poner las etiquetas y guardar los tarros en lugar fresco y preservado de la luz. (Sótano o despensa).
En la etiqueta debe rezar principalmente, el nombre del contenido y la fecha de envasado.

Esta tarde Dani ha colgado ya las macetas de geranios en las ventanas. Todavía algunas no tienen flores pero están muy frondosas.

Final del tiempo de la rababa.

Cuando llegó Sarha esta tarde a recoger a sus hijos estaba yo, cortando todo lo que se podía cortar de la rababa. Ya casi está acabando el tiempo en que se puede coger y es mejor si cojo ahora todo lo que necesito y ya me despreocupo de ella hasta el año que viene.
Como si fuese a usarlas para cualquier postre, primero las lavo muy bien, después les quito la piel y por último las corto en rodajas finas. Las he congelado en bolsas de 500g, de esta forma tengo suficientes para un tune o para un tiramisú, si me da por hacer un bizcocho que lleva menos cantidad, con coger media bolsa nada mas, es suficiente.
Sarha se ha llevado a Danielle a dormir a su casa y a mí con eso, me ha hecho una reina. Ahora tengo mi paz hasta que venga Dani a eso de las 10 que, esta semana y la anterior está haciendo turno de tarde, en una de las plantas de la empresa.
Ahora con los niños en casa los lunes y martes, tengo más tiempo para dedicar a mi jardín y a la casa y esta tarde, he estado observando lo que tengo en el jardín.
La Fresia que planté, la coloqué en la banca de madera que tengo a la entrada del cobertizo y está ya muy alta. Aun no tiene flores, solo unas hojas muy largas. Han salido solo 8 o 9 de los 10 bulbos que planté.
Las semillas de calabaza que me regalo Susanne y que Dani plantó en semilleros, han brotado todas. Estas más o menos en 15 cm ya de altas. Dani las puso en la parte de delante del cobertizo, bajo techo. Parece ser un buen sitio para semilleros y también para los geranios, en su fase de espera o rebrote, hasta que sea el momento de colgarlos en las ventanas.

Una semana movida.

Esta apoteósica semana ha llegado a su fin.

Después de todo lo de cuidar de los niños no fue tan difícil, Ramiro es un encanto y Amira bueno, es bastante revoltosilla, del estilo de Danielle. Se podría decir que ha nacido la una para la otra. Lo que tiene bueno es que Sarha, se lleva a Danielle los miércoles todo el día y además me paga 100.-CHF a la semana.

El miércoles que estuve en el campo, recogí mi primera cosecha de fresas, 1,5 Kg.

Dani había arrancado ya las cebollas que plantamos el pasado otoño para este año, así que las puse en cajas bajo el cobertizo para que se sequen. Alguanas han salido muy gordas es la primera vez que salen así.

El jueves estuve también, por que lo de recoger fresas y espárragos debo hacerlo cada día hasta que se acaben. Cogí también la primera lechuga de la temporada. Además me dediqué a limpiar de malas hierbas otra vez, de las cebollas. Dani había estado por la mañana limpiando el resto, las judías, puerros etc.

El viernes por la tarde fui al vivero de Friedrich, aquí en Unterstammheim a comprar dos plantas de pimientos rojos que habíamos olvidado cuando fuimos a comprar las otras. Ya de paso que estaba allí aproveché para llevarme 6 lechugas Lollo Roso, una macetita de Tomillo y otra de Ajedrea, que aquí llaman Kräuterbohnene que tiene un olor entre tomillo y a la albahaca.

El fin de semana ha sido bastante tranquilo, tanto que el domingo, después del desayuno nos fuimos los tres a dar un paseo en bicicleta. Un paseo muy bonito la verdad. Tomamos el camino a Guntalingen para después llegar por senderos hasta Oberstammheim. Era un camino nuevo para mí y pude disfrutar de unos paisajes preciosos unos paisajes preciosos.

Esta tarde hemos estado un rato en el jardín, Dani en el nuevo huerto donde ha plantado, las lechugas y pimientos que compre el viernes y algunas de las cosas que tenia aquí, en los semilleros, puerros y brócoli. Yo por mi parte me dedique a hacer mi nuevo jardincito de hierbas. Ya empecé con él, el año pasado, donde planté perejil, perifollo, hierbabuena, basilicum comúnmente llamado albahaca, romero y lavanda, aunque esta última yo la considero más un flor que hierva. El romero en el invierno se perdió, junto con la albahaca pero todo lo demás ha vuelto a rebrotar. La hierbabuena ha crecido con mucha fuerza y casi me invade todo el espacio que había reservado para mi jardín de hierbas y además de arrancar muchos tallos cuando empezaron a rebrotar, he tenido que seguir cortando y arrancando algunos más después. El perejil y el perifollo se han puesto muy grandes también, demasiado pienso yo y están incluso echando la flor. La verdad es que no me gusta mucho como esta, el aspecto no es muy bonito y tiene poca “hierba” que coger, que es para que yo lo quiero. El año pasado pude congelar perejil suficiente para todo el invierno y quisiera hacer este año lo mismo, así que de momento los he podado. Les he quitado todo lo que estaba seco o amarillento y he cortado los tallos de las flores. Si pasado un tiempo vuelven a rebrotar hojas nuevas lo dejaré como está, de lo contrario lo arrancaré y plantaré uno nuevo.

El romero que tenía en la ventana del cuarto de baño lo he trasplantado a una maceta de barro y lo he colocado junto al jardín. Y alrededor de este, tres macetas, una redonda bajita pero ancha con semillas de perifollo y albahaca y tiene también una albahaca rojo que compre en una macetita apartey la he plantado ahí tambien. A su lado en una maceta grande alta he puesto semillas de cebollino. También había comprado una macetita de albahaca normal., La chica del vivero, que fue muy amable y además habla español, me dijo que las plantas de tomillo y ajedrea, sobreviven al invierno así que las he puesto en tierra, junto al perejil.

Los gatitos están ya muy grandes, ya han empezado a comer comida dura, aunque siguen de vez en cuando enganchándose a su madre. Pasan la mitad de su tiempo durmiendo y la otra mitad jugando con todo lo que ven y correteando por todas partes. Ya por fin parece que han aprendido a hacer sus cositas en la caja de arena, ha sido un duro trabajo pero por suerte ha sido rápido. Ya todos tienen familia excepto Paquita, la gata de tres colores que se quedará con nosotros.

Fin de semana en Salzburgo. (Click ver fotos)

Salimos el sábado sobre las diez de la mañana, sin prisas total, íbamos de vacaciones. Hicimos un buen viaje en coche, tuvimos buen tiempo, no cogimos caravanas y los paisajes eran preciosos. Tomamos por Suiza el camino hacia Konstanz, para cruzar en el ferry el Bodensee o Lago de Constanza hasta llegar a Meersburg donde seguimos camino hacia München y de ahí a Salzburg en Austria. Dani quería ver en los alrededores de München, el desastre que la tormenta de granizo caída la semana pasada, había causado en los lúpulos y viñedos de por allí, realmente era un panorama desolador.

Al llegar a Salzburg el tiempo había cambiado considerablemente, estaba lloviendo bastante y así continuó toda la noche aunque gracias a Dios solo a ratos y pudimos dar un pequeño paseo por los alrededores de la ciudad antigua, después de dejar las maletas y el coche en el hotel. Lo malo fue que mis zapatos estaban rotos y volví al hotel con los pies empapados. Pero valió la pena aquello es precioso. Dani tenía un deseo que quería cumplir desde hace años que visitó la ciudad y era, tomar un postre típico de allí llamado Salzburg Nockerl, que es en realidad clara de huevo batida a punto de nieve y tostado al horno. Estaba buenísimo. Eso lo tomamos en la cafetería del Hotel Sacher, digamos el más caro y lujoso de la ciudad. Pude ver mientras estábamos allí, a algunos de los huéspedes del hotel. Eran realmente peculiares, parecían salidos de una novela de Agatha Christie.

El domingo tuvimos todo el día soleado y después de desayunar en el Bruch del hotel, nos encaminamos otra vez a la ciudad. Había mucho que ver allí todavía.
Fuimos andando y en el camino nos colamos en la iglesia de San Sebastián, que estaba abierta y descubrimos detrás de ella, un antiguo pero precioso cementerio donde encontramos la tumba de los padres de Mozart.

La ciudad antigua Altstadt que así se llama, es preciosa, acogedora, limpia y cuidada hasta el último detalle, allí es muy fácil trasladarse en el tiempo e intentar imaginar, cómo era en los tiempos en los que Mozart correteaba por sus calles como un niño mas, o como se sentiría Sissi la Emperatriz consorte de Austria, recibiendo en audiencia a las damas de la alta sociedad de entonces, en los lujosos salones del Palacio que anteriormente, fuese residencia de los Príncipes Arzobispos que gobernaron Salzburgo en el tiempo en que este fue un estado independiente. Esta Residentz Galerie está construida junto a la barroca catedral del siglo XVII, donde seguramente Mozart daría más de un concierto.

El segundo punto importante que no debíamos dejar de visitar en esta ciudad, es la Fortaleza de Hohensalzburg sobre un monte, desde donde se divisa toda la ciudad y los preciosos paisajes que la rodean.

Al final de la tarde, cuando terminamos la vistita de la Fortaleza y bajamos de nuevo a la ciudad, nos tomamos un pequeño descanso tomando una salchicha con pan mientras mirábamos una partida de ajedrez, en un tablero tamaño natural que había junto a la catedral. Era muy curioso ver a la gente por la calle vestida con la chaqueta típica austriaca y muchos escaparates de tiendas de ropa, también con atuendos tradicionales. Ya para terminar el día, fuimos a reponer fuerzas a una restaurante camino del hotel, llamado Fonda del viejo zorro, un lugar encantador y rustico donde tomamos, una tabla de embutidos y quesos del lugar, una cerveza austriaca y otro postre típico de los que a Dani le gustan, un Kaiserschmarrn que no es más que una especie de tortilla con azúcar eso sí, exquisita.

Después del desayuno el lunes abandonamos el hotel. También tuvimos un buen día de sol y mientras Dani aparcaba, yo aproveche para visitar la segunda casa donde vivió Mozart con su familia, en la Makartplatz y después, fuimos juntos a ver los jardines del palacio de Mirabell, que son realmente preciosos aunque, el palacio estaba cerrado al público. A las afueras de la ciudad y visita obligada, nos esperaba el Palacio de Hellbrunn‎ conocido por sus jardines de agua. Aquello era realmente divertido. Las visitas son en grupos, con un guía que nos va contando y enseñando todos los juegos de aguan que había en el jardín. Por poner un ejemplo, en primer lugar nos enseño una especie de atrio donde, rodeada de de taburetes de piedra, había una mesa de mármol con un hueco en la parte central, que sirvió en su momento para colocar las botellas de vino. Al parecer el Príncipe Arzobispo se sentaba en un extremo y todos sus invitados alrededor. Bajo la tabla de la mesa, había una manivela que el anfitrión accionaba a su antojo, haciendo salir agua por todas partes de forma que todos los comensales se quedaban empapados de agua menos él, claro.

Lo pasamos en grade allí y además es muy bonito, todo lleno de estanques con peces grandísimos. Tras la divertida ducha Dani se quedo con Danielle, jugando en un parque grandísimo con un sitio para los niños y yo me fui a visitar un museo situado sobre un monte, a donde tenía que subir por un camino a través de un bosque. La excursión valió la pena, aquello era un museo de artes y costumbres populares y tenían en una habitación, un vestido y algunas joyas y complementos, que pertenecieron a Sissi. Lástima que no pude hacerle fotos porque la cámara, se quedó sin batería.

Y ya de regreso a casa, a eso de las 8, paramos a cenar en una fonda en un pueblo de Alemania. El sitio era encantador y la verdad es que comimos muy bien, codillo al horno y ensalada acompañado de una cerveza alemana, claro está.

Pero la magia y el encanto del fantástico fin de semana desaparecieron al llegar a casa. No se podía entrar en la cocina de lo mal que olía. Los gatitos habían minado de caquitas todos los rincones del cuarto de baño y de la cocina y esta mañana la he pasado limpiando a fondo además de deshacer las maletas y cuidar a los niños que, ahora los lunes y martes tengo a Amira y Ramiro todo el día conmigo mientras su madre Sarha trabaja.