Pequeñas vacaciones. (Click ver fotos)

El pasado domingo por la tarde llegaron Edu y Esther.

Él es un buen amigo de Málaga, compañero de profesión con el que mantengo una gran amistad desde hace años. Esther es su novia y una persona encantadora.

Estuvieron aquí hasta el viernes y además de comer y reírnos muchísimo casi todo el tiempo, hemos visitado los más importantes lugares de interés de los alrededores y de mas allá. Paseamos una mañana por el centro de Schaffhausen y una tarde por Stein am Rhein, donde incluso subimos al castillo. Admiramos el salto del Rhein, contemplamos los Alpes desde el Pilatus, y nos deleitamos con la belleza de los paisajes de Appenzell y su pintoresca ciudad. Ha sido un viaje relámpago pero les ha dado tiempo a todo, incluso a visitar Sant Katalinental, la residencia donde vive mi suegra.

El viernes después de dejarlos a ellos en el aeropuerto fui a la Schulthess Klinik de Zurich, donde habían operado a Dani esa misma mañana. La operación era sencilla, consistía en quitarle 4 clavos y una placa de titanio, que le pusieron a principios de noviembre el año pasado. Todo salió muy bien y ayer por la mañana le dieron el alta.

Era su cumpleaños y después de recogerlo en el hospital volvimos a la casa. Aquí se sentó en la cocina a abrir sus regalos, un jersey que le regaló Danielle y un Bluetooth para su móvil, que le había comprado yo días atrás.

Como debía pasar toda la tarde en el club de balonmano, no recibimos a nadie en casa esta vez, sin embargo hoy han venido mi cuñada Lotti, encantadora como siempre con su marido Otto y sus hijas Deborah y Tabea. Deborah es la ahijada de Dani y le regalo una caja de galletas que hizo ella misma. Tabea le compró una maceta muy bonita en forma de barco, con cactus, piedras y cristales y Lotti, nos ha regalado una cena en un restaurante chino de Frauenfeld. Cenamos temprano en el jardín una quiche de espinacas y una pizza y apagó sus velas de cumpleaños de una Schwarzwaldtorte, la tarta de cumpleaños que a él le gusta.

Preparativos.

Esta semana ha sido un poco maratoniana, debía terminar algunas cosillas y limpiar un poco la casa, que el domingo vienen Edu y Esther a pasar unos días y tiene que estar todo, en perfecto estado de revista. El miércoles pasado Dani planto cebollas para el invierno, igual que hizo el año pasado, que al llegar la primavera volvieron a crecer y ahora tengo unas cebollas buenísimas.

Ayer fui a coger algunos tomates sherry de la planta y cuál fue la desagradable sorpresa que me llevé, cuando vi que algunos tenían hongos. Ya llevamos dos años con el mismo problema. Cuando las plantas están cargadas de tomates y parece que la cosechita va a ser espectacular, de pronto se llenan de manchas, se pudren verdes y se pierden la mayoría. Es desesperante porque ya no sabemos qué hacer. De momento le he quitado todas las hojas secas, manchadas y amarillentas y los tomates afectados. En realidad son muy pocos pero espero que no vaya a mas. Dani les ha puesto insecticida esta tarde, la pena es que no podre ofrecer a mis invitados para que los prueben porque deben pasar dos semanas antes que poder cogerlos. Salen unos tomates realmente exquisitos.

Esta tarde he estado en casa de Susanne, el sábado cuando estuvo en casa, me prometió algunas calabazas para adornar mi puerta este otoño. Al llegar a la cocina me enseño las verduras que estaba secando, ayer me llamó para preguntarme como las había hecho yo, que le había parecido una gran idea y que quería probar ella también. Mientras merendábamos con las niñas, me enseño un boceto para unas tarjetas de visita que quiere que yo le haga. Estas deberán tener también una doble función, las de servir como etiquetas para sus tarros de conservas. En la tienda me dejó coger todas las que quise e incluso fuimos al campo donde las tenían sembradas para coger las que yo quisiera más grandes. Además me regalo un adorno, que hizo ella misma allí sobre la marcha, para mi cuarto de invitados.

Visita de Susanne.

Bueno ya se me estaba amontonando el trabajo. La mala hierba del jardín y los dos huertos estaba tan alta, que casi no se veía la verdura. Esta semana pasada me propuse empezar a limpiar y está ya todo terminado.
Empecé por lo que más me costaba, las fresas. Las he ido dejando todo el verano y claro ya estaban imposibles. Seguí con el resto del huerto hasta terminar y después me puse con el huerto de la casa. Dani el jueves arregló por fin las tomateras que estaban tan cargadas que se habían tumbado y finalmente hoy he arreglado el jardín.
Esta mañana fui al vivero de Fredrich a comprar Kopfsalat y para mi sorpresa no tenían, me dijo que era ya tarde para plantar ensaladas. Así que fui a Volg y allí si tenían, Kopfsalat de invierno. La única pega que tiene es que debes comprar plantones de 10 y eso son muchas para mí de una vez.
Esta tarde a última hora ha venido Susanne. Ella había traído también al señor Heller, sus manzanas para hacer zumo y de paso nos ha hecho una visita.
La semana pasada estuvieron ella y Hanspeter en Denia, Alicante, de vacaciones. La ultima tarde que estuve aquí, le encargue que si podía me trajese pebrella, una hierba aromática muy común por esa zona, pero difícil de encontrar en el resto de la península y mucho menos aquí. Yo suelo usarlo para paellas, arroces y para aliñar verduras. Me ha traído dos tarritos. Le he enseñado la verdura que sequé el otro día y le ha parecido muy buena idea.

Una buena idea.

Ya tengo muchísimas zanahorias, puerros y colinabos, así que he decidido a llevar a cabo una idea que tengo en la cabeza desde el pasado invierno. Secar verduras para sopas.
En realidad la idea me la dio la señora Ulrich vecina de esta calle, a la que conocí el pasado invierno, una tarde en casa de Martha. Ella me explicó cómo hacerlo y me pareció bastante sencillo.
Con zanahorias, puerros y colinabo en igual proporción. Yo he usado más o menos 1 Kg de cada. Se lava bien la verdura bajo el chorro de agua y se pela. Yo las he cortado en juliana con un robot de cocina, con el cortador más gordo. Las he hecho por separado es decir, primero las zanahorias, después los puerros y por último el colinabo. Los puerros no los he cortado con la maquina sino, con un cuchillo primero a lo largo en 4 y después en rodajas muy finas.
Después de cortar la verdura la he cocido en abundante agua hirviendo, durante 2 minutos aprox. Pasado este tiempo las escurrí bien y las puse a secar en el Dorrex en el 3, pero estas tardan menos que las manzanas porque son tiras finitas. Cuando estuvieron secas, las puse en una bolsa de tela, donde fui mezclando el resto de la verdura Conforme la terminaba de secar.

Zumo de Manzanas.

Día libre, Danielle ha pasado el día en casa de Sarah y esta mañana la he pasado en mi clase de pintura.

Después de comer Dani y yo nos pusimos vaciar por completo los dos árboles de manzanas Gravenstein el del jardín y el del campo, para hacer con ellas zumo de manzana.
Primero recogimos las del suelo, las podridas en un cubo las buenas en los sacos, después él se subió al árbol a coger con las manos las más maduras para hacer tartas de manzanas los próximos días y también para secar.

Cuando ya teniamos suficientes fue cuando Dani subió al árbol y empezó a sacudir. Todas las manzanas cayeron y empezamos a recoger. Has salido 3 sacos, unos 80 Kg.
Después fui al campo a coger algunas de los otros tipos de manzanas que, son mas acidas y al mezclarlas con las Gravenstein el zumo sale más bueno, no tan dulce. Más o menos cogí un saco y medio.

Dani esta tarde las ha llevado a un sitio a las afueras de Unterstammheim para que haga zumo con ellas. Lo bueno es que viene ya pasteurizado y en bolsas de 10 litros al vacio, con un pequeño grifo. La bolsa se mete en una caja especial para eso y a la hora de servir es muy fácil y limpio. Le han dicho que para el sábado estará listo.

Las manzanas secas están muy ricas también, por aquí las venden en bolsitas de celofán y no son baratas precisamente. Mi suegra ya las hacía, pero ella las cortaba en gajos o en medias rodajas además, para mi gusto usaba unas manzanas muy acidas.
Ya el año pasado sequé yo las mías, cogí de las Gravenstein y de un árbol que tenemos en el campo, que no sabemos de qué tipo son pero son muy dulces.
Recuerdo que estuve pelando manzanas toda la mañana y fue, bastante tedioso la verdad. Menos mal que como siempre, Susanne vino con un nuevo descubrimiento, un pelador de manzanas y naranjas, que solo con darle a una manivela les quita la piel, el corazón y las corta en rodajas, más bien es una espiral que con solo un tajo quedan las rodajas sueltas.
Estas navidades Dani me regaló un aparato de estos. El único inconveniente que yo le veía era que hiciera las rodajas. A mí personalmente me gustan más gordas y claro eso en el aparato no se puede graduar, pero mi vecina Martha que tiene uno también encontró la solución, quitarle la cuchilla. Sin ella ya no las corta en rodajas y tampoco les quita el corazón pero, eso se hace fácilmente con el “saca corazones” de toda la vida y listo.
Hoy con el pelador he hecho en una hora, el mismo trabajo que el año pasado en toda una mañana.
Se seleccionan primero las manzanas, que sean redonditas, más o menos grandes y
Sobre todo, que no tengan porrazos ni roturas. Se lavan bien con agua corriente, se pelan, se les quita el corazón y se cortan en rodajas. A mí me gustan gorditas, de más o menos un centímetro. Conforme se pelan se van poniendo en un bol lleno de agua con el zumo de un limón. Seguidamente se secan con dos trapos y se ponen en el secador. Más o menos tarda unas 6 horas. Yo suelo ponerlo en el 3 (de 1 a 4) y cada dos horas le doy la vuelta a las bandejas, poniendo las de abajo arriba y retirando las rodajas que están ya listas.
Ahora existen contenedores de plástico con tapa específicos para esto, tipo Taper Well pero yo las guardo en bolsas de tela, tal como hacía mi suegra, que también se conservan muy bien y además, ocupan menos espacio.

Corona de lúpulos.

Esta mañana he ido con los niños a recoger a Manuela de la clínica de Diessenhofen. ¡Pobrecita! Con su patita vendada, la pusieron en una jaula especial para transportar gatos y estuvo, todo el camino de vuelta maullando, contándome lo que le habían hecho. La llevé a la consulta de Phillippe, como me dijeron en la clínica, para que el me diera instrucciones. De momento se quedará allí. Debe estar las próximas 4 semanas en reposo, en una habitación pequeña donde no haya nada donde pueda subirse y donde nadie la moleste. Yo no tengo nada así y Phillippe se ha ofrecido a llevársela a su casa, que él si tiene sitio. Ahora está sin duda en las mejores manos.

Esta tarde ha estado aquí Gertrud Geser, una señora de unos sesenta y algunos años muy amiga de Emille el padre de Judiht. Ha venido a enseñarme a hacer una corona con lúpulos.

Es bastante sencillo, obviamente solo hace falta un poco de maña. Para ello necesitábamos una rama entera de lúpulo que Dani me trajo al medio día. De esta se van cortando ramitos de dos o tres piñitas, la flor del lúpulo, quitándole las hojas y dejando solo una o dos de las más pequeñas. Cuando ya tenemos un buen montón de estas ramitas se corta un trozo de la trenza que forma la planta y se ata en redondo, formando la corona con un alambre verde más o menos fino. Después se enrolla a esta corona otro alambre más fino por un extremo y con él, se van sujetando las ramitas que habíamos cortado, cogiendo varias ramitas y poniéndolas en la corona lo más apretada posible a las anteriores. Y así, hasta rellenar toda la rueda. Finalmente se le pone por detrás, un trozo de alambre para colgarla.

Ha hecho una tarde estupenda y nos hemos puesto en el jardín bajo el manzano, mientras los niños jugaban en la arena. Después cuando Dani volvió, nos tomamos sentados en la cocina, una café con una tarta de manzanas, que hice antes de que ella viniese y cuya receta he sacado tal cual venia en el recetario de Thermomix.

Esta primera corona se la he regalado a mi suegra, para que la tenga allí en su habitación. Dani se la ha llevado esta misma tarde que, como todos los martes ha ido a visitarla a Sant Kantalinental. Estoy segura de que le va a encantar.

Decisión.

Finalmente hemos optado por operar a Manuela. Es muy buena gata, todos la queremos mucho y aunque la operación es muy costosa creo que vale la pena “nos rascaremos el bolsillo”. La decisión era operar o matarla.

¡Ay! ¡Mi Manolita!

La verdad es que el día de hoy ha sido bastante movidito ¿Por dónde empezar?

Esta mañana la he pasado entera pelando las peras del único árbol que tenemos en el campo. Dani me trajo hace unos días unos 6 Kg, para meterlas en tarros y esterilizarlos, es decir, para ponerlas en almíbar. Es bastante sencillo aunque laborioso. Después de pelarlas se cortan en 4 trozos y se les quita el corazón. Se ponen en tarros hasta 3 ó 4 cm antes de la boca y se cubren con una mezcla de agua y azúcar, en una proporción de 300g de azúcar que se disuelven en un cacillo, con 1L de agua en hasta que rompa a hervir. Luego se les pone la tapa a los tarros, con su goma y los flejes de manera que quede toralmente precintado. En una olla grande o un aparato esterilizador, se introducen los tarros y se cubren de agua, procurando que queden cubiertos y que no se toquen, unos con otros para evitar roturas. Yo lo hago en uno de estos aparatos esterilizadores y lo he puesto 30 min, a 90º, tal como rezaba la tabla de tiempos, del libro de instrucciones.

A eso de las 11, fui a ayudar a Dani con los lúpulos y a la vuelta, mientras preparaba la comida, de pronto apareció Manuela maullando y con una patita trasera colgando. No tenía herida alguna, pero seguro que estaba rota porque no la movía, estaba como muerta. Enseguida llamé a Phillippe que, veinte minutos más tarde vino a llevársela. Esta tarde debía yo ayudar a Dani otra vez allí donde la maquina desgranadora y a eso de las 4, apareció Phillippe con noticias de manuela.

Efectivamente tenía una pata rota, al parecer había recibido un fuerte impacto de un coche probablemente y debía ser operada. La mala noticia es que él no puede hacerlo por ser una operación demasiado complicada. Según se veía en la radiografía la fractura estaba astillada y debían ponerle una placa. Esa operación se la harían el lunes, en una clínica especializada en Diessenhofen. Ahora nosotros tenemos hasta entonces para decidir si la operamos o no, porque la operación cuesta 1400.-CHF. Mientras tanto se quedará en la consulta de Phillippe.

Solo una anotación.

Ayer por la tarde, mientras los niños jugaban en el jardín, estuve limpiando de mala hierba, la parte de los pepinos y calabacines. La verdad es que las plantas tienen muy mal aspecto, las hojas están cubiertas de un polvo blanquecino y algunas se están secando. Llevan así ya algún tiempo, en principio pensaba que era por el granizo pero mucho me temo que van a ser hongos. No obstante he recogido las ramas que ya se estaban esparciendo demasiado, más allá del espacio que tenía reservada para ellas.

Hoy Danielle está con Sarah, Dani esta mañana planto en el huerto del campo espinacas y canónigos y esta tarde, estuve ayudarle con el lúpulo. Cuando llegué, en el campo contiguo, había una familia recolectando patatas. Es bastante curioso. Consiste en un tractor que tira de una maquina muy grande con una especie de noria detrás. La maquina recoge las patatas y sobre ella 4 o 5 personas, van retirando las piedras y las patatas que no son buenas, para devolverlas a la tierra. Al poco rato de estar allí llegó Dani con el carro de los lúpulos y casi al mismo tiempo, la dueña del Blumencaffe. Venía a comprarnos unas ramas de lúpulos para adornar un puesto de frutas, que pondrá mañana en el mercado, para vender la fruta de su finca.

Esta mujer para mi tiene un gran merito. Es peruana, se casó muy joven con un agricultor de aquí que murió hace unos años, en un desagradable accidente, limpiando una maquina cosechadora de maíz. Ella, aun con los niños pequeños decidió quedarse para seguir con la granja y poco después puso allí mismo, una cafetería que a su vez era una tienda de flores.